Térmico de aerogel: el revestimiento aislante se utiliza para el aislamiento de paredes interiores y exteriores

La nanoestructura única del aerogel confiere al recubrimiento una conductividad térmica muy baja. Puede reducir eficazmente la transferencia de calor entre el interior y el exterior de un edificio, ayudando a mantener una temperatura interior estable y reduciendo significativamente el consumo de energía para calefacción y refrigeración.

Muchos recubrimientos a base de aerogel tienen un alto nivel de resistencia al fuego. Pueden actuar como barrera contra el fuego, ralentizando la propagación de las llamas y proporcionando más tiempo para la evacuación y la extinción de incendios en caso de emergencia.

El revestimiento es muy resistente a la intemperie. Puede soportar la radiación ultravioleta, la lluvia, el viento y otros factores ambientales sin decolorarse, agrietarse o pelarse fácilmente. Esta durabilidad garantiza su eficacia a largo plazo y reduce la necesidad de mantenimiento frecuente.

La estructura porosa del aerogel permite que el recubrimiento absorba y disperse las ondas sonoras. Puede ayudar a reducir el ruido exterior, creando un ambiente interior más tranquilo y confortable.

Los recubrimientos aislantes de aerogel se pueden aplicar mediante métodos comunes, como pulverización o brocha. También son compatibles con una amplia gama de sustratos de paredes, incluidos hormigón, ladrillo y metal, lo que hace que el proceso de aplicación sea más conveniente y flexible.

Normalmente, este tipo de recubrimiento tiene un bajo contenido de compuestos orgánicos volátiles (COV). Es menos perjudicial para el medio ambiente y la salud humana y está en consonancia con los requisitos del desarrollo sostenible.